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AUTOBOICOT Y MIEDO AL EXITO

 

¿Qué habilidades y aspectos personales se deben trabajar para mantener a raya el autoboicot?

-La necesidad de controlarlo todo, de situarnos sólo donde nos sentimos cómodos, el miedo a salir de nuestra zona de confort son puntos importantes a trabajar.

-El perfeccionismo, característica que suele causar a estas personas mucho dolor, ya que nunca sus actuaciones o su trabajo son del todo perfectas.

-La baja autoestima y, relacionada con ella, los pensamientos negativos de poca autovalía, la desmotivación personal (“para qué voy a hacerlo si no valgo para ello”). Esto a veces se traduce también en pensamientos del tipo: “no voy a ser capaz”, el conocido “no valgo para estudiar, para qué me voy a esforzar” (a veces repetido por nuestro entorno), “necesito seguir formándome, ya que no estoy del todo preparado” (cuando es obvio que ya está formado). Esto último tiene que ver con el perfeccionismo.

-La rigidez mental, ya que es necesario trabajar la flexibilidad en la toma de decisiones, evitar estereotipos, anticipaciones sobre futuras situaciones, etc.

-La comparación constante con los demás. Esa comparación es inevitable pero no debe ser recurrente, ni el plano laboral, ni afectivo, ni de ocio.

Existen muchos tipos de autoboicot pero uno muy interesante y que, a veces, se ve en la consulta es el afectivo o sentimental. Son personas que desean tener una pareja o buscarla, o bien envidian o se comparan con amigos o compañeros que sí la tienen, pero se ponen trabas personales que les impiden conseguirla. También hay personas que creen que el hecho de no tener pareja no es normal o les avergüenza porque creen que socialmente deberían de tenerla.

Para poder encontrar una pareja hay que tener tiempo para buscarla y ganas de realizar actividades con ese fin, además de arriesgarse al hecho de conocer gente nueva (salir de lo conocido y cómodo).

 

¿Por qué y cómo sucede?

-Pueden ser adictos al trabajo o tienen excesiva dependencia al mismo.  Por ejemplo, ponen de excusa el trabajo para no salir, o se embarcan en más actividades laborales, o evitan las relaciones sociales o con compañeros de trabajo, o no paran a comer, o realizan más tareas formativas, o su jornada laboral se alarga más de lo debido. Por ello, tienden a reducir su círculo social.

-Suelen tener algunos prejuicios que les lleva al autoboicot, a no buscar. Algunos de los que yo he visto son: parecerle mal a la persona el ligue, el arreglarse o las fiestas, tener muchos prejuicios acerca del sexo opuesto, pensar negativamente de las páginas para buscar pareja en Internet, aborrecer las relaciones entre compañeros de trabajo, pensar que las relaciones son negativas (te atan, te hacen ser dependiente, te anulan, te hacen perder tu independencia), pensar que quien sale es un desesperado, pensar que a cierta edad es imposible encontrar pareja, pensar que todos/as los hombres o mujeres son iguales, etc.

-También se da el caso de que la persona posee un ideal que no existe, la figura del “príncipe azul”, o una relación romántica en la que solo suceden cosas positivas. Como sabemos esto no existe. O personas que están limitadas por lo que dirán de ellas otra u otras si entablan una relación.

 

¿Qué cambiar?

-Primero, trabajar ese discurso interior negativo, los juicios acerca de uno mismo, los prejuicios acerca de los demás y cambiarlo por otro más realista y relativo (no absoluto).

-Se puede trabajar, con la ayuda de un profesional si es posible, ese miedo a los cambios, junto el diseño de planes de acción para lograr determinadas metas. Se trata de superar el temor, por un lado, y ponerse en marcha actuando, por otro.

-Vivir el aquí y ahora, el presente; no anticipar el futuro constantemente ni anclarse en el pasado.

-Trabajar la autoestima e inseguridad.

-Tomarse la vida con más humor, con más soltura y naturalidad.

 

Y recordar los versos de Machado: “…caminante, no hay camino: se hace camino al andar”.

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