Enuresis, micción nocturna y diurna
La enuresis significa orinarse, "hacerse pipi" involuntariamente, a una edad en la que ya se deberían controlar los esfínteres.
Se trata de un problema muy habitual en los niños
La evolución por edades, aunque orientativa, suele tender a la siguiente:
Nocturna, cuando el niño se orina en la cama durante el sueño: De 2 a 6 años, edad a la que tiende
a desaparecer.
Diurna, el niño se hace pipi sin darse cuenta a lo largo del día: De 2 a 3 años.
Fuera de estas edades, la enuresis se puede convertir en un problema.
Las posibles causas son variadas:
- Disfunción en la uretra.
- Infecciones en las vías urinarias.
- Dificultad para controlar la vejiga.
- Problemas emocionales debido a la muerte de un ser querido, cambio de colegio o divorcio de los padres...
Como las causas son variadas, también lo son los tipos de enuresis existentes. A gran escala podemos distinguir entre:
- Enuresis Primaria no complicada. Los niños que dejan de utilizar pañal desde hace más de 6 meses y siguen teniendo pérdidas de orina. En estos casos, no hay ningún problema físico (ni infecciones, problemas de vejiga, etc.)
- Enuresis Primaria complicada. Aparecen problemas físicos que hacen que el niño se orine en la cama por la noche.
- Enuresis Secundaria no complicada. Sucede cuando el niño ya lleva más de 6 meses controlando bien los esfínteres y comienza a orinarse de nuevo en la cama.
En este caso los problemas asociados pueden ser emocionales.
- Enuresis Diurna. Consiste en orinarse involuntariamente durante el día.
Generalmente este tipo de enuresis se da cuando el organismo del niño aún no está muy preparado para controlar del todo bien los esfínteres.
Provoca una sensación muy negativa emocionalmente puesto que lo pueden presenciar también compañeros de su clase, conocidos, y personas relevantes para el niño.
¿Qué hacer?
En primer lugar hay que tener una actitud tranquila y no alarmante.
El problema se debe tratar abiertamente con el niño, de modo que sienta seguridad y que vea la enuresis como un problema que se termina con el tiempo.
En ningún caso se debe regañar o castigar al niño, porque puede dañar su autoestima y hacerle sentir culpable de algo que él no hace voluntariamente.
Hay que tener en cuenta que muchos casos de enuresis se solucionan siempre y cuando no se les dé más importancia de la que en verdad tienen.
Avergonzar al niño puede afectarle en el trato con los demás compañeros, e incluso en su propia personalidad.
Una vez descartado un problema físico, es aconsejable la ayuda psicologica, que los profesionales hablemos con los padres, para que les podamos orientar adecuadamente, ya que no siempre es conveniente que el niño acuda directamente a consulta.
Con la terapia adecuada, el niño vuelve a llevar una vida totalmente normalizada.