REIKI
Las sesiones de Reiki se derivan de un método japonés para la reducción del estrés y de medicina alternativa que trabaja el manejo de la energía y los chakras para sanar y relajar a la persona receptora.
Durante una sesión de reiki, el profesional pone justo sus manos por encima del cuerpo del receptor en diferentes posiciones para estimular el flujo de energía a través del cuerpo.
Las Sesiones de Reiki también se pueden hacer a través de largas distancias a través del teléfono o un servicio de mensajería por computadora.
Durante este tipo de sesión de reiki, el practicante se concentra para enviar la energía a distancia para el receptor, y puede utilizar una imagen como una muñeca o imaginar que el destinatario se encuentra en la sala para fomentar la transmisión de energía.
La mayoría de las sesiones de Reiki tienen lugar en persona. Los practicantes suelen tener una camilla de masaje preparada para el cliente que se acueste.
Los clientes permanecen con la ropa durante el tratamiento, ya que no hay manipulación física involucrada en el proceso.
El sanador puede pedir al cliente de quitarse los zapatos para abrir el acceso a los chakras en los pies.
Los practicantes pueden utilizar los elementos de relajación durante las sesiones, incluida la música suave, velas, o aromaterapia.
Una típica sesión de reiki dura entre 30 y 60 minutos. El sanador coloca sus manos sobre o apenas tocando el cuerpo del cliente en puntos específicos donde la energía se cree que está en sus puntos más altos.
Estos incluyen los chakras ubicados en la parte inferior del cuerpo, el centro del estómago, el plexo solar, el centro del pecho, la garganta, el centro de la frente y la parte superior de la cabeza.
El practicante por lo general mantiene cada posición de la mano de tres a cinco minutos.
Los clientes reportan sentir diferentes sensaciones durante el tratamiento.
Algunos no sienten nada, mientras que otros dicen que las sesiones de reiki les relaja y, a veces hace que se queden dormidos.
Otros dicen sentirse disociarse de sus cuerpos, un cambio de temperatura, o una sensación de hormigueo.
No hay alguna sensación especifica que una persona deba sentir durante una sesión de reiki, y la mayoría de los practicantes deben animar a sus clientes a relajarse y abrazar los sentimientos y sensaciones que vienen a ellos.
Después de una sesión de reiki, algunos clientes experimentan fatiga, hormigueo, calor, escalofríos o dolores leves que viajan a través del cuerpo.
Los profesionales del Reiki creen que los efectos secundarios que durante las sesiones de reiki, algunas personas experimentan se deben a la liberación de los bloqueos de energía en el cuerpo y el cuerpo debe librarse de esas toxinas.
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